Alter ego

Cuando tengo que elegir entre dos males...siempre elijo el que aún no he probado...

jueves, 24 de febrero de 2011

Cap 8

Quería que nada me importase, me resultaba de maravilla de hecho...pero dentro seguía interesándome...estar con él era un permanente silencio, era callar y respirar, pensar...Mirarse a los ojos sin nada realmente importante que decir, pero demasiado que expresar, o incluso a veces no expresábamos nada, no era necesario...pero estábamos allí, juntos, cada uno tenía su mundo, y eso es lo que me gustaba, que siendo tan diferentes, nos entendiéramos tan bien...Me gustaba creerlo... aún sabiendo que en muchas cosas no coincidíamos...esas cosas se convertían en silencios, y disfrutábamos nuestras diferencias, aprendíamos de los distantes mundos a los que pertenecíamos...


Cuando chucha habré escrito tamaña hueá?... dijo para sus adentros luego de cerrar el gastado cuaderno...Muchas veces pensó en él, luego de la ruptura...luego de el silencio incómodo, ese silencio que pretende solucionar todo...pero no soluciona absolutamente nada...y solo fomenta el olvido...nada más...eso era, nada...quiso repetir muchas veces aquel día...ese en el que todo iba bien, en que los dos se encontraban boca abajo en la alfombra de su habitación escuchando el disco de Pearl Jam...jugando con sus manos, entrelazando los dedos, y luego riendo de la nada, fumando y comiendo maní...así las horas se pasaban...antes, ya no...Aún le dolía recordar su funeral...una enfermedad fulminante lo liquidó en dos semanas, y nunca quiso decírselo a ella, porque le haría mucho daño...él nunca se consideró una buena persona...tenía la firme convicción de que era una especie de peste para la sociedad y todo el que lo rodeaba...pero ella era distinta, con ella las cosas eran diferentes, no se complicaba con nada, y nada le importaba lo suficiente...ambos se parecían en ese aspecto...de ese modo ninguno podía hacer daño al otro...
Era un día de lluvia, y luego que todos se fueron, se sentó al lado de la lápida...ni una lágrima salió de sus ojos...el nudo en la garganta la asfixiaba, los ojos le ardían...deseó dejar de existir en ese preciso momento...pero no lloró, y se mantuvo allí tres días seguidos sin decir palabra alguna. Mostrar una cara sonriente a las pocas semanas no le fue de gran trabajo, pero sanar lo de dentro le costó mucho...nunca entendió por que no le dijo, por que calló algo tan horrible...y sí, lo extrañaba de una forma agria, con dolor...había conservado muchas cosas de él...sentir de algún modo su presencia le era beneficioso...aunque todo el mundo le dijera que definitivamente no le hacía bien...



- Y, que más te dijo? - sonó la voz al otro lado luego de un largo silencio-
- Nada, me pasó su tarjeta...es ingeniero.
- Por fin algo bueno que venga...
- No.
- No qué?...por qué?
- Alex.
- Me estás hueveando supongo.
- Por que me dices eso?...
- El Alex es un PTH
- Un que?
- Un pobre y triste Hueón... no tiene futuro alguno amiga...enserio, te lo digo desde el fondo de mi corazón...deja de meterte en hueás, y pesca al ingeniero...con el puedes salir adelante...
- Después te llamo...
- Piénsalo...
- Ok.

Al fin abre la puerta...
-Pensé que estabas de viaje o algo así...-pasa.

Nos sentamos en el sillón del living...

- No estaba de viaje...-dije luego de un rato- porqué piensas eso?...
- No se, filo...como estás?
- Bien.
- Ah...la última vez que hablamos no estabas tan bien parece...
- No te metas- dije cortante, mirando los muebles de la casa...que parecían de segunda mano..
- Solo trato de cuidarte..
- ..Por que no mejor te encargas de tu propia vida de mierda?...-dije realmente molesta.
Hubo un silencio largo e incomodo...
- Perdón.
- No, si está bien...
- No quise decir eso...
- Si quisiste, y lo sabes.
...
- A que viniste?- dijo él luego de otro silencio.
- Tenía ganas de verte...me siento...no sé...todo es una mierda como siempre, siento que contigo, aunque sea unos segundos todo lo negro de mi existencia se vuelve claro...me gusta sentir eso aunque sea un ratito...que todo está bien...que nada más existe...
- Si.
- Ah?.
- Me gusta estar contigo también...

Me apoyé en su pecho y me concentré en sentir los latidos de su corazón...y luego recorrer con el dedo índice el contorno de sus labios, divertida ya que de vez en cuando pellizcaba sus mejillas...y luego depositaba besos en donde había pellizcado...fue una tarde tranquila...sin muchas palabras...una sola palabra hubiese arruinado el ambiente...eso era lo que me gustaba de Alex, era una persona que disfrutaba del silencio, al igual que yo...

-Tengo que volver, dije cuando afuera ya estaba oscuro
- Quédate
- No...no puedo
- Si puedes...quédate.

8:30 AM y suena el despertador, el sol se cola por la abertura que quedó entre las cortinas, y le da en toda la cara a Alex, que está durmiendo boca abajo, con el cabello hecho un lío...
- Buenos días signiorina, dice abriendo los ojos lentamente.
- Buenos días, le respondo divertida por la forma extraña que ha adoptado su cabello.
- Por que se ríe usted?
- Es que...-y me da un ataque de risa explosivo cuando se incorpora en la cama con el codo en ella y la cabeza apoyada en su mano, dejando ver su peinado exótico.

Me mira con cara perpleja, y le indico el espejo que se encuentra en el costado izquierdo de la cama...entonces mira su cabello y comprende el motivo de mi risa.

- Eres una mujer malvada, dice divertido.
- Es que te ves tan gracioso, digo luego de un rato, intentando no explotar en risas otra vez.
- A si?, dice...y luego se arma una batalla campal de despeinarse el uno al otro, que culmina en besos fugaces y más risas.

Tomamos desayuno y luego me visto para ir a la oficina de mi tío a sacar la visa...

-Asi que viajas, dice mi tío.
- Sí
-Y donde?
- No lo he decidido aún...pero quiero viajar...
- Pronto?
- Lo más pronto posible- respondo, y luego me marcho-



Refrescar la mente no me irá mal...

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